Dios anhela bendecirnos grandemente, pero sabe que si nuestro interior no está preparado, no podrá contener lo que Él quiere derramar en nosotros, y sería como echar vino nuevo en un corazón lleno de orificios, por ende, el vino se derramaría.
Por lo tanto, necesitamos una renovación verdadera y sincera, aceptando lo que somos en Cristo y caminando como es digno del Señor, agradándole en todo, dando buen fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios cada día.
OREMOS
Padre, anhelo, agradarte en todo asumiendo mi posición como hijo delante de ti. Amén.
FRASE
Despójate de tu manera de vivir y renuévate en Dios.