EFESIOS 5:1-2
Sin lugar a duda, ser imitadores de Dios es un gran desafío, sobre todo cuando nuestra vida demuestra lo contrario; y no se trata de cuán perfectos, somos o creemos serlo, se trata de cuán dispuestos estamos a doblegar nuestra petulancia y aprender la humildad. El mundo necesita personas que hagan la diferencia, que reflejen a Jesús en su carácter, que caminen en Su amor, que busquen hacer Su voluntad, que entreguen Su vida como ofrenda de fragante aroma, y que celebren sacrificios de alabanza.
Seamos imitadores de Dios y amantes de los que nos rodean por encima de nuestro propio beneficio.
OREMOS
Señor, ayúdame a ser imitador de tu gran amor, y de tu carácter manso y apacible. Amén.
FRASE
Si vas a imitar a alguien, que sea Cristo.