OBEDECE LAS INSTRUCCIONES (2 PARTE)

Quiero continuar con la importancia de obedecer la instrucción de Dios. Si el rey Josafat solo ora, pero no marcha, como Dios se lo pidió, todo habría quedado en una promesa. Cuando tú oras, la promesa es que la batalla es del Señor, pero cuando tú obedeces y marchas, la victoria es del Señor. Hay momentos en que Dios nos permitirá participar de los milagros junto a Él. Como aquella ocasión, cuando Jesús estuvo frente a la tumba de Lázaro, antes de llamarle, le pidió a sus discípulos que quitaran la piedra.

Hay acciones que Dios hará, pero otras nos competen a nosotros. Ten presente, que de nada sirve tu oración si no estás dispuesto a obedecer la instrucción.