Cuando decidimos seguir a Jesús, nosotros también quedamos impregnados de Su fragancia a través de Su amor, llevando su aroma a las calles por medio de nuestras palabras y aquellas buenas obras.
Sé que muchos no apreciarán la fragancia divina que emanamos, pero recuerda que esto será como una esencia de vida para muchos que sí lo necesitan.
OREMOS
Padre, que todas mis acciones y palabras sean gratas delante de Ti para con los demás. Amén.