El Señor promete ser nuestro compañero íntimo y fiel durante toda la vida, a través del Espíritu Santo. Y Él, no solo estará con nosotros, también nos guiará en nuestras luchas más difíciles, perdonará todos nuestros pecados, escuchará cada una de nuestras silenciosas oraciones y cargará con todo aquello que usted y yo no podamos llevar.
Te invito para que hoy disfrutes de su dulce compañía.
OREMOS
Padre, gracias por darnos al Espíritu Santo como nuestro Compañero constante. Amén.
FRASE
El corazón del creyente es el hogar del Espíritu Santo.