Abraham era consciente del problema, que significaba poder tener un hijo a su edad, pero sabes, él se enfocó y pensó solo en las posibilidades, no en las dificultades. Tú también debes hablar de soluciones y no ahogarte en los problemas que te rodean.
Ánimo, échale leña al fuego de la fe y no al fuego de la desesperación.
OREMOS
Padre, no sé cómo lo harás, pero hoy decido creer en Ti y esperar confiadamente. Amén.