Los discípulos descubrieron que el mayor poder de Jesús no era el saber hacer milagros, sino la relación diaria que tenía con el Padre. Y es que esa relación iba más allá de cualquier religiosidad y era construida por medio de la oración.
Hoy tú también puedes empezar una hermosa relación, comprendiendo que tienes un Padre que te ama y que está dispuesto a ayudarte siempre, solo comienza a orar.
OREMOS
Señor, ayúdame para que mi oración sea una fuente de poder en mí relación contigo. Amén.
FRASE
La oración no cambia a Dios, pero si cambia a quien ora.