¿Eres parte de la solución en tu casa, en el trabajo y en la calle, o eres de los que enciende el fuego y de los que tira la primera piedra? Vivir como el Señor quiere que vivamos es de valientes, pues va en contra de la filosofía de este mundo. La justicia de Dios se basa en el amor y no en pagar mal por mal.
Por eso y más, necesitamos tenerle en nuestro corazón, para ser parte de esta solución y no del problema.
OREMOS
Señor, persóname por todas las veces en que he sido parte del problema y no he ayudado a solucionarlo. Amén.