ROMANOS 2:1
Hay que tener cuidado en criticar y juzgar aun sin conocer a las personas, pues su Palabra nos enseña, que de la misma manera en que juzgamos, seremos juzgados.
Por eso, cuando nos dedicamos a amar, a comprender y ayudar, nuestra vida se vuelve diferente, y toda amargura, enojo y resentimiento desaparece, pues el amor de Dios inunda nuestro ser y nos da un amor verdadero hacia nuestro prójimo.
OREMOS
Señor, te pido que me perdones por
todas las veces en que he juzgado
a los demás. Amén.
FRASE
Juzgar a una persona no define quien
es ella… Define quién eres tú.