Algunas personas se resisten a seguir a Dios, esto porque creen que Él olvidará sus anhelos personales, pero cuando uno acepta su dirección, descubre que aquellos anhelos están en la voluntad buena, agradable y perfecta del Señor.
Dios te conoce mejor que nadie, incluso más que tú, así que acepta su dirección, y si Él dice, avanza, hazlo, o si dice detente, obedece, recuerda que el Señor sabe lo que hace.
OREMOS
Padre, ayúdame para siempre hacer primero tu voluntad, antes que la mía. Amén.