Quizás no te resulte fácil recibir, sobre todo si has sido el primero en ayudar a otros. Pero con humildad podemos permitir que Dios nos cuide mediante diversas maneras, cuando necesitamos ayuda.
Él es fiel y su provisión para con cada uno de nosotros no tiene límite.
OREMOS
Padre, dame de tu gracia y así poder brindar y recibir ayuda también. Amén.