Cualquiera que sea nuestra posición, todos sin excepción necesitamos recibir el perdón de Dios. Jesús, con su vida, muerte y resurrección, restauró nuestra relación para con Dios el Padre.
Así que por esto y todo lo que Jesús hizo, nuestros pecados ahora son perdonados, gracias a Él.
OREMOS
Jesús, gracias por dejar el trono, venir a morir por mí y perdonarme de todos mis pecados. Amén.
FRASE
Hoy y todos los días, hay mucho por qué agradecer al Señor.