Dios es el único que al multiplicar por cero siempre dará un resultado positivo. Su Palabra nos dice que Él multiplica las fuerzas de aquel que no tiene ninguna. Ahora bien, la clave para que esto suceda es Cristo, quien es la fuente de quien recibimos la incansable, e interminable fuerza de Dios.
Por tal razón, acércate a Él hoy y recibe nuevas fuerzas para seguir adelante.
OREMOS
Padre, reconozco que soy débil y que necesito de tus fuerzas para seguir, ayúdame. Amén.
FRASE
Donde mis fuerzas terminan, comienzan las de Dios.