Hoy es el día apropiado para reconstruir nuestra relación con Dios y esforzarnos, porque la tarea no será sencilla.
Así que, atendamos al llamado de Dios, dejemos de ocuparnos tanto de nuestros propios intereses y volvamos nuestra mirada y nuestra atención a Él, para reedificar una vida renovada de adoración y de exaltación a nuestro Señor Jesús.