Algunos que oyeron al Salvador hablar se fueron sin experimentar ningún cambio. Sin embargo, los que escogieron seguirle y obedecerle experimentaron una gran transformación en sus vidas. Usted tiene la misma oportunidad el día de hoy, así que preséntese ante el Señor sabiendo que Él le ama y le acepta por completo.
Tenga la seguridad de que Dios obrará en su corazón y habrá cambios, algunos de ellos dolorosos y otros que le deleitarán, pero todos con un maravilloso propósito.