Aunque tengamos que enfrentar dificultades, dolor y sufrimiento en el mundo, esto nos da la oportunidad de vivir con la seguridad de que veremos a nuestro Redentor, pues hemos depositado nuestra fe en Él, para alcanzar la salvación que nos ofrece.
Así que esculpamos Sus promesas en piedra, pues Dios es siempre fiel para cumplirlas.
OREMOS
Señor, me siento tranquilo al saber que cumplirás tus promesas en mi vida y a tu tiempo. Amén.