No perdamos la oportunidad diaria que Dios nos da para valorar nuestra vida en este mundo y agradecer nuestras tantas bendiciones. Recordemos que así como hubo un día en que nacimos, también llegará un día en que vamos a morir sin excepción.
Por eso, tengamos presente que nuestro tiempo en este mundo es más limitado de lo que pensamos; por lo cual debemos aprender a buscar a Dios mientras pueda ser hallado.