ESCÚCHALO

HEBREOS 3:7-8

Escuchar a Dios atentamente significa estar dispuestos a oír cualquier cosa que Él tenga que decirnos. Y es que si no está dispuesto a escuchar lo que Dios quiere hablarle, su corazón se endurecerá cada día un poco más. No se ponga a escoger lo que quiere oír, escúchelo y obedézcalo, pues negarse a oír sus advertencias puede llevarle a la ruina.

El Señor siempre le va a hablar para su bien, así que acepte todo lo que le diga, confiando en que Él tiene en un mejor y mayor propósito para su vida.

OREMOS

Señor, abre mis oídos para que siempre
pueda oír tanto tu consuelo como
tu corrección. Amén.

FRASE

Para escuchar la voz de Dios tienes
que bajar el volumen del mundo.

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