Al confiar en Dios, el Espíritu nos susurra la verdad de su amor incondicional y de que un día estaremos con Él, independientemente de los obstáculos que enfrentemos.
En un mundo que suele desengañarnos, ¡Qué bueno es saber que Dios no brinda esperanza de vida real!
OREMOS
Señor, me gozo en saber que tienes planes de bien para mi vida y un futuro lleno de esperanza. Amén.