Permite que Dios sea quien te enseñe, te guíe, arregle lo que está mal y cumpla su propósito en tu vida.
Pero cuando veas cómo tu vida alcanza nuevos niveles, no olvides agradecer y reconocer que Él es el autor de todos tus logros, porque si no tocaran juntos, tu vida seguiría sonando desafinada como antes.
OREMOS
Señor, hoy comprendo que mi vida nunca sería la misma sin Ti. Amén.