SALMOS 139:13-15
No nacimos por coincidencia, no somos producto del azar ni de la suerte. Somos la obra de Sus manos, por lo tanto, Él no nos abandona, y quiere que vivamos vidas llenas de abundancia, y esa abundancia se refiere a la verdad, los valores y la integridad que nos sostendrán a pesar de las dificultades.
Así que sabiendo y conociendo que nacimos con un propósito eterno que se revela y se cumple por medio de la fe en Cristo, acudamos a Su llamado, conozcamos más de Jesús, para que nos dé nuestra identidad, y aprendamos a actuar conforme a ese llamado, viviendo para agradarle y obedecerle en todo.
OREMOS
Padre, gracias por formarme, ayúdame para hacer la persona que tú quieres que sea. Amén.
FRASE
Tú no eres un accidente, eres un propósito.