JUAN 3:8
Existen dos tipos de barcos, los de motor y los de vela. Los de motor cuentan con su propia energía y por lo general son ruidosos y contaminantes. Por otro lado, los de vela necesitan el soplo del viento para poder avanzar. Como hijos de Dios hemos sido llamados a ser como ese barco de vela, permitiendo que el viento del Espíritu Santo nos empuje cada día.
La decisión es tuya, puedes confiar en tus propias fuerzas y sabiduría, o confiar en el Espíritu de Dios y en Su dirección, pero permítame darle un consejo, y es que confiar en el Espíritu Santo siempre será mucho mejor.
OREMOS
Dios, que tu Espíritu sople en mi vida cada día, trayendo fuerzas nuevas y dirigiendo cada uno de mis pasos.
Amén.
FRASE
Déjate llevar por el viento de Su Espíritu.