SALMOS 12:30-31
David amaba a Dios, amaba Su presencia y todo con relación a Él. Y es que no puedes decir que amas a Dios y no Su casa, Su palabra y Su pueblo. El mayor mandamiento es amar al Señor con todo tu corazón, alma y mente, y el segundo mandamiento es amar a tu prójimo como a ti mismo. Pablo dijo en una ocasión: “Puedes tener una gran fe, ser muy generoso, pero si no tienes amor de nada valen.” Jesús nos modeló y enseñó que nuestro amor a Dios se mide por el grado en que amamos a los demás.
Así que una forma de agradar a Dios y demostrarle que le amas, es amando a los que te rodean.
OREMOS
Señor, quiero amarte con todo mi corazón, y demostrarlo con todos los que me rodean, ayúdame cada día. Amén.
FRASE
No puedes decir que amas a Dios, y odiar a los que te rodean.