1 SAMUEL 30:4
David al ver la ciudad quemada… lloró, al ver que su familia ya no estaba… lloró, y al mirar que le habían robado todo… lloró. Qué es lo primero que hacemos cuando la crisis toca nuestra puerta… lloramos, y eso no tiene nada de malo, pues en medio de nuestra fe las lágrimas llegarán muchas veces. Su Palabra dice que hay tiempo para todo, aun para llorar, así que llore cuando sea necesario, pero llore como David, con esperanza, volviendo a creer y dando pequeños pasos de fe hacia un mejor mañana.
Recuerde que aunque el llanto puede durar toda una noche, siempre habrá un amanecer de fe en que será necesario que usted deje de llorar y comience a creer. (Salmos 30:5)
OREMOS
Señor, en medio de mis luchas, hoy
decido limpiar mis lágrimas y
recordar que tus promesas
siguen intactas. Amén.
FRASE
Para convertir su tragedia en triunfo
tendrá que ir más allá del llanto.