Mientras haya vida habrá esperanza. Y es que Dios siempre estará dispuesto a ayudarte y hacer que puedas experimentar la verdadera vida en abundancia.
Quizás las cosas no han sido agradable para ti y puede que hayas sufrido mucho, pero hoy Dios te recuerda que te ama, y que en sus manos recobrarás toda esperanza de vida.
OREMOS
Señor, hoy levanto una vez más mis manos al cielo, de donde proviene mi única esperanza. Amén.