Una y otra vez cometemos errores, y quizás por eso hoy nos encontramos pagando las consecuencias de esas malas decisiones que tomamos, decisiones que si hubiésemos escuchado el consejo de Dios, primeramente, nos traerían más paz y menos estrés.
Dios siempre está dispuesto a aconsejarnos, así que escucha hoy Su voz y no endurezcas tu corazón.
OREMOS
Señor, perdóname por todas aquellas veces en las que no he escuchado tu consejo. Amén.
FRASE
No permitas que el ruido de este mundo te impida oír la dulce voz de Dios.