1 CORINTIOS 9:25
La templanza es más que una simple fuerza de voluntad, es una obra profunda del Espíritu Santo que nos permite vivir en autocontrol, resistiendo lo que estorba nuestro crecimiento y enfocándonos en lo eterno. Pablo usa la imagen de un atleta que se disciplina para ganar una carrera. Nosotros corremos una carrera espiritual, y sin templanza, fácilmente nos podríamos desenfocar y hasta rendirnos. Ahora bien, la templanza no se trata solo de evitar el pecado, sino de elegir consistentemente lo que agrada Dios, aún cuando nuestras emociones quieren otras cosas.
En un mundo de impulsos, vivir con templanza, es un testimonio vivo del poder transformador De Dios.
OREMOS
Padre, gracias, porque a través de tu Espíritu, me das dominio propio, y así puedo reflejar tu control en mi vida. Amén.
FRASE
La templanza es la corona invisible de los que viven para agradar a Dios.