FILIPENSES 4:19
En tiempos de necesidad, incertidumbre económica o simplemente cuando sentimos que lo que tenemos no alcanza, esta promesa se vuelve un ancla para nuestra fe. Pablo no habla desde la teoría, sino desde la experiencia, pues él sabía lo que era tener mucho y también lo que era tener poco, y en ambas situaciones, aprendió a confiar en la provisión de Dios. Recordar que Él es nuestro proveedor no es una excusa para la inactividad, sino un impulso para confiar mientras hacemos nuestra parte.
Recuerda, no te apoyes solo en tus recursos o fuerzas. Descansa en la verdad de que Él es Jehová Jireh, el Dios que provee.
OREMOS
Padre, enséñame a depender de Ti y a reconocer tu mano en cada provisión diaria. Amén.
FRASE
Dios nunca falla en suplir lo que promete.