SALMOS 103:3
Hoy es un buen día para recordar que no cargas condenas sobre tus hombros si estás en Cristo. El perdón no se compra ni se gana con méritos; se recibe con humildad y fe. Es por eso que el versículo de hoy es un recordatorio viviente de que sin importar cuán lejos hayamos caído, la gracia de Dios nos alcanza. Bendito sea el Señor que no se cansa de perdonarnos, ni se olvida de restaurarnos. Así que si te has sentido indigno, hoy Él te llama a levantar el rostro y caminar en libertad. Medita en cuanto te ha perdonado el Señor.
Agradece por su gracia, y decide perdonarte también a ti mismo, porque si Dios ya te limpió, ¿quién eres tú para seguir atado a la culpa?
OREMOS
Jehová, ayúdame a vivir como alguien perdonado, extender esa misma gracia a otros y caminar en libertad. Amén.
FRASE
Donde abunda el pecado, sobreabunda, su perdón.