1 SAMUEL 16:7
Hoy en día nos encontramos en una cultura que valora más las apariencias, los logros y la imagen exterior. Pero Dios no se impresiona por nada de eso, ya que Él no se guía por lo que se ve, sino por lo que realmente es. Él examina lo profundo de nuestros corazones, las intenciones, los deseos y la sinceridad de nuestra alma. Sabes, cuando Dios eligió a David como rey, no busco al más fuerte ni al más visible, sino al que tenía un corazón conforme al Suyo. Esa sigue siendo su prioridad hoy, corazones rendidos, humildes y obedientes, aunque no siempre llamen la atención de los demás.
Busca cultivar un corazón sensible, honesto y lleno de fe, porque es allí donde Dios enfoca su mirada.
OREMOS
Señor, que no viva para impresionar a los hombres, sino para agradarte a ti. Amén.
FRASE
Que tu corazón sea tu ofrenda más sincera.