ESPERANZA ENTRE LÁGRIMAS

MATEO 5:4

El mundo ve el llanto como un signo de debilidad, pero Jesús lo eleva a un lugar de bendición. Él afirma que quienes lloran con sinceridad, los quebrantados, los heridos por el dolor de la vida, no están solos. Dios no ignora las lágrimas de sus hijos; al contrario, se acerca a ellos con consuelo divino. Este consuelo no es solo un alivio emocional, es la presencia misma de Dios, abrazando el alma dolida. El dolor en Cristo no es una pérdida vacía, es semilla de gloria, porque detrás de cada lágrima sincera, Dios está obrando algo eterno.

Así que recuerde, llore, pero con esperanza, pues tus lágrimas tienen valor en el cielo. 

OREMOS

Padre, gracias, porque no estás lejos cuando lloramos. Gracias por tu consuelo, es real, profundo y eterno. Amén.

FRASE

Dios recoge cada lágrima como una promesa de esperanza.

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