JEREMÍAS 31:3
El amor de Dios no depende de lo que hacemos o dejamos de hacer, tampoco cambia con las estaciones de nuestra vida. Su amor ha estado ahí desde siempre y permanecerá por la eternidad. ¿Te has sentido rechazado o poco amado? La voz de Dios en Jeremías es un susurro tierno que atraviesa el ruido del mundo para decirte: Te amo con amor eterno. Cuando comprendes esto, caminas con seguridad, hablas con ternura, perdonas más fácil y enfrentas los días con gozo.
Así que recuerda Dios no solo te ama… te ama para siempre.
OREMOS
Señor, qué bueno es saber que tu amor no tiene fin. Que mi vida refleje tu ternura y misericordia cada día. Amén.
FRASE
Su amor no se acaba, no se gasta, no se retira, es eterno.