SALMOS 139:7-10
En este salmo David reconoce que donde quiera que vaya, Dios está allí, guiándolo y sosteniéndolo con Su mano. Esta es una promesa viva para nosotros también, pues nunca caminamos solos. En medio del dolor, en la incertidumbre, en la alegría o en lo cotidiano, Su presencia está con nosotros, constante y real. Así que cuando sientas que la soledad o el temor intentan ganar terreno, recuerda que Dios no se ausenta.
Vivamos conscientes de Su cercanía, busquémosle con confianza y descansemos en Su compañía permanente.
OREMOS
Padre, enséñame a vivir consciente de que caminas conmigo, me guías y me sostienes. Amén.
FRASE
No hay lugar donde Dios no esté.