ROMANOS 12:11
Servir a Dios no es una tarea pesada, más bien es un privilegio que nace del amor y la gratitud. Y es que cuando entendemos quién es Él y lo que ha hecho por nosotros, servirle, se convierte en un acto de adoración diaria. Por esa razón, Pablo nos exhorta a hacerlo con diligencia, sin apatía y con un espíritu ferviente. Servir con pasión significa poner el corazón en todo lo que haces, sabiendo que no trabajas para los hombres, sino para el Señor.
Renueva hoy tu compromiso y haz que tu vida sea útil en las manos de Dios.
OREMOS
Señor, gracias por el privilegio de servirte. Hoy elijo hacerlo con diligencia, compasión y con humildad. Amén.
FRASE
Sirvamos al señor con entusiasmo y pasión constante.