ISAÍAS 40:31
Esperar en Dios, no es pasividad, es una decisión activa de confianza. En vez de adelantarnos o desesperarnos, elegir esperar en Él es rendir nuestros tiempos y caminos a Su perfecta voluntad. Y es que en un mundo donde todo se quiere rápido, esperar en Dios, se convierte en un acto de valentía y humildad, reconociendo que Sus planes son mejores, que Sus tiempos son perfectos y que Él nunca llega tarde.
Y aunque a veces no entendamos los retrasos, recuerda que Dios está obrando en lo invisible, preparándonos para lo que viene.
OREMOS
Señor, renueva mis fuerzas, fortalece mi corazón y enséñame a confiar en Tu tiempo perfecto. Amén.
FRASE
Esperar en Dios no retrasa tu destino, lo perfecciona.