LUCAS 12:1-3
El Señor nos habla hoy a través de su Palabra, recordándonos que nada hay encubierto, que no haya de descubrirse. Por eso es que la sinceridad es un valor que debemos cultivar para ser dignos de confianza, el cual debe caracterizarnos como creyentes, siendo coherentes con lo que pensamos, hablamos y actuamos. Esta norma se debe convertir en una forma de vida, una manera de ser confiables en todo lugar y circunstancia.
Seamos sinceros delante de Dios, pues solo Él puede sanar el corazón enfermo y pecaminoso, dándonos de Su gracia, Su perdón y Su amor.
OREMOS
Amado Dios, ayúdame a tener un corazón recto y veraz en todo tiempo. Amén.
FRASE
Habla con la verdad o alguien más lo hará en tu lugar.