2 TIMOTEO 1:7
No todo lo que queremos hacer nos conviene, pues muchas de esas cosas nos pueden perjudicar, y es por eso que no debemos dejar que nada nos domine. El dominio propio consiste en no dar rienda suelta a nuestras pasiones, ni dejarnos llevar por nuestras emociones hasta el punto que esta nos fijen el rumbo. Lamentablemente en nuestra propia fuerza es imposible controlar nuestras pasiones y tendencias al pecado.
Solo con la ayuda de Cristo lograremos tener una vida disciplinada. Recuerda que ya no somos esclavos del pecado, somos hijos de Dios, así que contamos con la ayuda del Espíritu Santo siempre.
OREMOS
Señor, gracias por tu Espíritu, quien siempre me ayuda para hacer las cosas que a Ti te agradan. Amén.
FRASE
Lo que no dominas te domina.