JUAN 15:4-5
Si somos persistentes en las cosas temporales que nos dan una felicidad momentánea, cuanto más debemos insistir en buscar las cosas eternas. Y es que no podemos olvidar que nuestra prioridad debe ser agradar y servir a Dios con todo lo que tenemos, cuerpo, alma y espíritu. Comprende lo siguiente, permanecemos en Él, cuando obedecemos su Palabra, cuando la hacemos nuestra y practicamos sus principios usándolos en cada aspecto de nuestro diario vivir.
En resumen, permanecemos en Dios, viviendo como Cristo vivió, siguiendo su ejemplo, guardando su Palabra y amando a nuestro prójimo.
OREMOS
Señor, ayúdame a permanecer en ti, obedeciendo y amando a mi prójimo. Amén.
FRASE
Lo que es de Dios permanece, el resto se desvanece.