SALMOS 103:2
Por muchas razones, olvidamos las bondades que Dios ha tenido con nosotros, pero el principal factor es cuando colocamos nuestra seguridad en las bendiciones y no en el dador de aquellas. Y terminamos confundiendo tener una relación con Él, con tener muchos bienes. Recuerda una vez más las palabras del salmista: “Bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios”.
Dejémonos guiar por su Espíritu y coloquemos nuestra mirada siempre en las cosas de arriba, en Cristo, y no en los bienes materiales, pues, aunque estos son añadidura, tendremos un corazón que no olvidará sus bondades.
OREMOS
Señor, perdóname si ha sido ingrato, hoy quiero darte gracias por todas tus bondades y nunca olvidar lo que has hecho por mí. Amén.
FRASE
La bondad y misericordia de Dios, son constantes.
