PROVERBIOS 15:31
En un mundo que hace tanto ruido y que no quiere que escuchemos la voz de Dios, debemos esforzarnos para estar atentos a Su palabra, ya que esto hará la diferencia entre la verdad y la mentira, la vida y la muerte. Escuchar las instrucciones del Señor, guardarlas en nuestro corazón y aplicarlas en cada circunstancia, producirá en nosotros una vida plena, llena de certeza y bendición.
Así como aquella iglesia primitiva, afinemos nuestros oídos para escuchar atentamente la sana y buena doctrina, rechazando las ideas de un mundo caído que está en contra de los principios de Cristo.
OREMOS
Padre, que mis oídos sean abiertos para escuchar y entender tus principios y ordenanzas, con el fin de obedecerlas y ponerlas en práctica. Amén.
FRASE
Para escuchar la voz de Dios, debes bajar el volumen del mundo.