La promesa de que Dios no permitirá que seamos tentados más allá de lo que podamos soportar, es un recordatorio alentador. Si decidimos acudir a Él cuando somos tentados, sabemos que nos ayudará a descubrir la salida.
Y es que Jesús sabe cómo salir de cada tentación y siempre nos guiará, si acudimos primero a Él.
OREMOS
Señor, gracias por tu fidelidad y por darme una salida en medio de cualquier tentación que enfrente. Amén.