Hay muchas razones para que otros nos fallen, pero Dios le ofrece paz y sostén tal como lo hizo con Pablo. Incluso cuando otros le abandonen, el Señor permanece fiel.
Su Salvador nunca lo dejará, así que cuando usted se sienta abandonado, acérquese al Señor y halle toda la fuerza, el confort y el amor que necesita para salir adelante.
OREMOS
Padre, gracias por la paz que tengo al saber que nunca me abandonarás ni me fallarás. Amén.