El Señor se interesa grandemente en su persona y quiere que sepa con certeza que Él está más cerca de usted que el mismo aliento que respira. Y aunque a veces pueda sentirse solo, en realidad nunca lo está. Jesús es el único amigo que usted siempre tendrá, porque Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos.
Así que reciba el confort de su amistad.