Dios tiene el control de nuestras vidas y cada día nos muestra su grandeza y fidelidad. Es por esa razón que nunca debemos dejar de alabarle, cantarle y glorificar su santo nombre, para que seamos ceñidos de ese gran gozo que solamente Él sabe impartir.
Siempre agradeciéndole por lo que ha hecho, está haciendo y seguirá haciendo.
OREMOS
Padre, no dejaré de cantar, pues sé que habitas en medio de las alabanzas. Amén.
FRASE
Que tus labios y tu corazón nunca sé cansen de alabar a Dios.