No cometa el terrible error de tomar las cosas en sus propias manos. Sara lo hizo al ofrecerle a su sierva Agar a Abraham, e Israel todavía sufre debido a la impaciencia de ella.
Así que deje de tratar de manejarlo todo por cuenta propia, y confié en que el Padre tiene maravillosos planes para su vida y Él hará que se cumplan a su tiempo.