Los seguidores de Jesús habían estado caminando con Él sin darse cuenta, así mismo nos puede pasar a nosotros al no darnos cuenta de que Jesús está a nuestro lado. La crisis y los problemas nos pueden distraer de la realidad de que Jesús siempre nos acompaña para confortarnos, guiarnos y darnos fuerza.
Tengamos la plena convicción de que Él siempre está a nuestro lado, listo para intervenir en nuestra vida.