Si permanecemos en el Señor, estaremos seguros y podremos ofrecer Su amor, el cual hemos experimentado por nosotros mismos. Y es que el amor es el ingrediente perfecto para poder vivir una vida de paz con Dios y los demás, es lo que nos ayuda a ver más allá de las ofensas, pecados o faltas.
El amor perdona una multitud de pecados y es lo que Jesús hizo cuando decidió ir a la cruz a morir por nosotros.