¿Qué le impide alabar a Dios? ¿Siente que sus circunstancias son difíciles? Con seguridad sé que hay ocasiones en que se vuelve difícil alabar a Dios, por los conflictos que nos rodean, sin embargo, cuando eso suceda, dedique un momento a quedarse quieto delante de Él.
Piense en Jesús, en su gran amor, en su amistad indeclinable y en sus maravillosos planes para con usted y de pronto la alabanza comenzará a fluir de manera natural en su vida.