La orden de Dios es clara, confié en Él y no se apoye en su entendimiento. Quizás usted no vea el panorama por completo, pero Él sí. Por eso no permita que su perspectiva lo impulse. En lugar de eso, humíllese bajo la poderosa mano del Señor para que Él lo exalte cuando fuere tiempo.
Por eso búsquele y muy pronto verá toda la obra gloriosa que Él está haciendo día a día a su favor.