¡Qué hermoso es el tiempo dedicado a la alabanza de Dios! Sabes, nuestra alabanza no debe limitarse solo al cántico, la música o a la poesía, sino también a la oración y a la lectura de la Palabra.
El tiempo que pasamos en intimidad con Él es único e imposible de describir con palabras humanas, pero es inolvidable y es algo posible para todos ¡Practica la alabanza!
OREMOS
Señor, sin importar como me siento hoy, te alabaré con todo mi corazón. Amén.
FRASE
Tu corazón es el mejor instrumento para alabar a Dios.